Del 9 al 12 de enero, los pinares de Valladolid sirvieron de nido a la comunidad motera en Pingüinos 2025. El recinto de la antigua hípica militar, cercano a la capital pucelana, se convirtió en el epicentro de la concentración invernal, si bien el foco también estuvo en la propia ciudad y poblaciones cercanas como Mojados o Aldeamayor de San Martín. Durante el fin de semana, el corazón de la vieja Castilla vibró al ritmo de los motores y la noche se iluminó con el brillo y el calor de las hogueras.
Las temperaturas en Valladolid, más frescas que frías
Recuerdo haber pasado bastante frío años atrás, lo cual aportaba significado al nombre de este ya veterano y multitudinario evento. Pero la climatología es benigna desde hace tiempo. Más frescas que frías, las temperaturas respetaron los motores, que mantuvieron sus líquidos fluidos en todo momento.
El sol lució brillante, dando colorido y calor a los actos de celebración y engalanando una ciudad hermosa de por sí. Y el agua no hizo acto de aparición en ninguna de sus formas. De haberse celebrado la concentración una semana antes, otro gallo, o pingüino, hubiera cantado. Habrá que agradecer a San Columbano, patrón de los moteros, su protección frente a las inclemencias del invierno castellano.
41.120 inscritos: no hubo récord de participación
Puede que esta sea una de las razones por las que se llegó a cuantificar la participación en 41.120 inscritos (el récord de 43.316 asistentes se estableció en 2023). En la tarde del viernes, no me dio la impresión de que la inscripción a Pingüinos 2025 fuera tan cuantiosa.
No nos encontramos con muchos (ni pocos) grupos de motos camino de Valladolid. Y tampoco encontramos dificultades en el aparcamiento ni filas en las taquillas. Pero sí doy fe de que en la noche del sábado, entre la quema de la falla y el comienzo del concierto de Seguridad Social, no se podía dar un paso en la plaza Pingüinos y sus alrededores.
El mérito de Pingüinos 2025 hay que asignárselo, sin duda, al magnífico equipo del Club Turismoto, el Ayuntamiento de Valladolid, la Junta de Castilla y León, todos los colaboradores y, en última instancia, los vallisoletanos, que tan calurosamente acogen a la comunidad motera cada año.
Pingüinos 2025: sólo faltaron los fuegos artificiales
El programa de actos es ya una tradición. En Pingüinos 2025 no faltó nada de aquello a lo que nos tiene acostumbrados esta concentración motera. Y siempre hay que destacar los desfiles de banderas y antorchas, los conciertos, las excursiones, la falla, la nochevieja motera…
Pingüinos no te lo acabas en un año. Creo haber participado en todo, al menos en alguna ocasión, porque he ido muchas veces. En una sola edición es casi imposible participar en todos los eventos programados. Pero esta vez eché de menos los fuegos artificiales después de la quema de la falla pingüinera.
Conductas peligrosas, molestas e incívicas
Y lo que echo de más todos los años son esos individuos (no merecen el apelativo de moteros) que queman rueda y hacen caballitos o cortes de encendido. Esas conductas son peligrosas, molestas e incívicas y están expresamente prohibidas por la organización.
Nunca he entendido como alguien a quien le gustan las motos es capaz de maltratar la suya (si lo es) de esa manera. Estos personajes, y aquellos que les jalean, dan mala fama al colectivo motero. Creo que la concentración sería mejor sin ellos y, seguramente, las carreteras también.
Entrega de premios y sorteo de regalos
Y, naturalmente, la concentración no podía concluir sin la entrega de los premios que otorga Turismoto y que este año recayeron en Mireia Badia, campeona del mundo de enduro, y la Federación de Motociclismo de la Comunidad Valenciana por la ayuda de los motoristas voluntarios a los afectados por la DANA.
Con la entrega de premios y el sorteo de regalos, en la soleada y fresca mañana del domingo se clausuró Pingüinos 2025. Carreteando a trote cochinero volví a casa contento, impregnado de ese espíritu motero y pensando ya en la próxima edición de la concentración invernal.
15 de enero de 2025. Por Emiliano Sánchez-Crespo.
